La
discusión sobre el aborto en Chile se ha instalado con fuerza. Las luchas del
movimiento feminista y de mujeres por construir mejoras en sus condiciones de
vida, ha posibilitado esta conversación social.
Mucho más allá de la restrictiva discusión que el Estado y la institucionalidad han instalado -en torno a un proyecto de ley que despenaliza la interrupción del embarazo en tres casos específicos- existe una amplia gama de actores y actoras sociales que con menos visibilidad y tribuna para decirlo, señalamos con énfasis y convicción que el aborto libre, seguro y gratuito es un derecho de las mujeres.
Toda
reflexión al respecto debe iniciarse reconociendo que ésta ha sido una lucha
histórica del movimiento feminista y de mujeres. Asimismo, la búsqueda de un
avance real en la plena emancipación de las mujeres requiere que los hombres seamos
conscientes de nuestra condición de sujetos privilegiados y caminemos, desde la
deconstrucción permanente de la masculinidad hegemónica, hacia una comunidad
basada en la equidad efectiva de género.
En este
proceso, y frente a la decisión de abortar, los hombres tenemos la oportunidad
de comprender varias cosas:
- El derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo debe prevalecer sobre el derecho de los hombres a la paternidad: no es lo mismo vivir el embarazo en el propio cuerpo, que no vivirlo.
- El rol de los hombres, ya sea como parejas, amigos, padres o hermanos, debe ser de apoyo y acompañamiento a la autonomía de las mujeres en la decisión sobre sus cuerpos y voluntad de gestar o no, cuándo y con quién hacerlo.
- El silencio y la neutralidad nos hacen cómplices de los graves problemas que viven las mujeres en torno a la penalización del aborto (hijos/as no deseados, abortos clandestinos e inseguros, estigmatización social, encarcelamiento).
- Los hombres debemos asumir nuestra responsabilidad en la sexualidad y la prevención de embarazos no deseados, con prácticas sexuales consentidas y métodos anticonceptivos (preservativo, vasectomía).
- Reivindicamos acciones de política pública: educación sexual, acceso universal a jardines infantiles, anticonceptivos gratuitos, fomento de conciliación laboral-familiar para mujeres y hombres, permisos de maternidad y paternidad iguales e intransferibles, y por supuesto: aborto libre, seguro y gratuito.
A diferencia del Estado y las instituciones que han constreñido la soberanía de las mujeres sobre sí mismas, desde el movimiento social feminista debemos ir más allá. Podemos plantearnos desde lógicas diferentes, desafiando lo establecido, en un marco de acciones políticas situadas y comprometida con el aborto.
Conscientes
de esa situación, y como colectivo de hombres que desde hace diez años trabajamos
en la militancia social con el fin de erradicar el modelo hegemónico patriarcal,
en un nuevo Día Internacional de la
Mujer denunciamos y combatimos toda forma de violencia y discriminación de género, material o
simbólica, en el espacio privado o público, y somos claros
en reiterar nuestro apoyo a la demanda de que en Chile se avance hacia el
reconocimiento pleno de derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, entre
ellos el aborto libre, seguro y gratuito.
Por un 8 de Marzo sin Abortos clandestinos, “Ellas deciden, nosotros apoyamos y
acompañamos”
Marzo,
2015
Comentarios
a nuestro correo: kolectivoporoto@gmail.com
www.facebook.com/kolectivo.poroto
Paulo Freire: “Siempre que se den intentos de suavizar el poder del opresor como una cortesía hacia la debilidad del oprimido, se crea una condición de falsa generosidad”.
ResponderEliminarEl aborto por tres causales de la agenda del ejecutivo en Chile, representa menos del 10% del total de abortos en el país.
Me pregunto como vienen estos temas (o no vienen) en la agenda de prevención del Estado: el feminismo, la educación sexual y la educación sobre los derechos sexuales y reproductivos, sobre el aborto, las libertades??