jueves, 10 de julio de 2014

"Antonio Ramírez, armonizando las masculinidades" Entrevista

Por: Camilo Salas *
México

La imagen de un avión sobrevuela la cabellera larga y grisácea de Antonio Ramírez  mientras sus pies se acercan a mi  expectativa de conversar con él. Antonio, como le gusta que le digan sus amigas y amigos, recorre los pasillos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y ubica dos lugares para que la palabra y la memoria viva inicien su propia travesía.

Antonio es psicólogo, músico, maestro en drama terapia, doctor en psicología clínica y, sobretodo, uno de los referentes en la creación y fomento de grupos de reflexión con hombres que ejercen violencias en Latinoamérica. Perspectiva que ha venido articulando a través de la creación y orientación de un modelo de trabajo vinculado al Centro de Capacitación para Erradicar la Violencia Intrafamiliar (CECEVIM) en América Latina y Estados Unidos.

¿Cuándo se crea el modelo CECEVIM y en qué consiste?
El modelo se consolida entre 1992 y 1995 y es una herramienta que tiene como finalidad erradicar la violencia en los hogares y pretende substituirla con relaciones íntimas, interacciones opuestas a la violencia.

¿Por qué es importante el apoyo de las feministas en este tipo de modelos?
El respaldo de las compañeras feministas tanto en Estados Unidos como en México es fundamental gracias a que ellas tienen una mirada al trabajo que estamos haciendo. Yo no desarrollo el modelo en el vacío, tengo coincidencias con Julia Perilla y  compañeras de Género y Desarrollo, Gendes, entre otras. Tengo la suerte de que me han apoyado hasta ahora, pero en el momento que no me respalden lo dejo; no es discurso, es un trabajo propio.   
En su libro “Violencia masculina en el hogar, alternativas y soluciones” incorpora las frases “este libro le va a mover el tapete, así que quiero prepararlo”. ¿Cuál es la intención de hacer esta advertencia?
Porque a mí se me movió el tapete totalmente. El libro no empezó como tal sino como aclaraciones de los conceptos que estaba trabajando. Escribí un par de capítulos y le pedí el favor a una amiga de que lo editara y, después de hacerle varias entregas, me puso una nota roja que decía ¡Qué bestia, estoy envuelta por un hombre violento, lo que compartes en este libro es lo que me está pasando, voy a terminar mi relación!  
Por este motivo, escribo esa frase en la introducción. En ese momento pensé que si este texto fue tan fuerte para ella, entonces también sería muy confrontante para la persona que lo quiera leer.

¿Cuál es el tema de su siguiente libro y cuándo lo publicará?
El libro está en desarrollo y es un profundización de cada uno los conceptos del libro “Violencia masculina en el hogar, alternativas y soluciones” desde las perspectiva de género. El texto está orientado a profundizar los porqués subrayando que el espacio social y cultural son modificables y para mí estos son los fundamentos para hacer un trabajo revolucionario. La competencia entre hombres es un tema crucial y son los códigos identificados los que nos advierten si estamos hablando desde la competencia o desde la cooperación.

¿Por qué es un trabajo revolucionario?
Se ha considerado a la revolución como algo externo -especialmente los hombres- pero, para que sea cierta, se debe implementar una educación interna la cual articula mi actitud conmigo, mi actitud con otra persona o personas y la relación entre estas. Es un cambio interno el cual se hace por voluntad.

¿Cuántas personas se han formado en el modelo CECEVIM y en qué países está operando?
El modelo ha sido impartido a mil personas las cuales habitan en países como Uruguay, Panamá, México y cinco Estados de Estados Unidos: Oregon, Georgia, Oklahoma, Baltimore y San Francisco.

¿Cuál es la proyección de los grupos de reflexión con hombres que ejercen violencia?
El proceso que hemos llevado a cabo está dirigido a decirles a los compañeros que hagan un plan para no ser violentos pero no les hemos dicho cómo hacerlo; la respuesta es la meditación. Si yo medito 15 minutos al día presto atención a lo que estoy pensando y puedo desapegar esas ideas de mi intelecto y dejó de ejercer violencia.

¿Si pudiera relacionar la música con el trabajo con hombres que ejercen violencia cómo podría definir esa pieza musical?
Uno de los conceptos que tomo de la música es la armonía y esta es vital para  combinar individualidades con el fin de crear un propio sonido. Además, como dijo una amiga, las relaciones tienen que ser éticas y estéticas y, si hacemos algo artístico con una pareja, esto se traduce en una relación, en armonía. 

-         ¿Cómo te sientes?, le pregunto a Antonio mientras contemplo su sonrisa cómplice. Él sabe que este es un cuestionamiento recurrente cuando se trabajan en grupos de reflexión con hombres violentos.
-          Muy bien, es rico recordar estos aspectos de la vida.  
Antonio se levanta, camina un poco más rápido que mis pies pequeños y se percata que miro los muñecos que cuelgan de su mochila.

-          ¿Y por qué tienes esos muñecos? le pregunto mientras intento agarrar uno.
-          Algunos los compro y otros me los regalan, pero realmente los  tengo porque no quiero olvidar la curiosidad que tienen los niños y las niñas.


* Comunicador Social y Periodista. Especialista en Infancia, Cultura y Desarrollo. Educador para la paz y los Derechos Humanos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario