Todo comienza con un
lluviosísimo día en Concepción, navegación hasta el terminal de buses, compra
de pasajes hacia Talca, y dormir 2 horas de las 3 horas y media que dura el
viaje. Por suerte llevaba un buen libro de compañero. Había preparado e impreso
un documento, compartido con el Koleto y al cual Deva agregó importantes
fragmentos, pero la verdad fue escrito de forma casi natural, por lo que no
tuve la necesidad de “estudiarlo”. El bus demoró media hora más de lo ofertado,
por lo que al llegar al terminal ya estaba con media hora de retraso. Me
comunico telefónica y encuentro con Sofía, quien estaba esperándome junto a
otra compañera, compramos desde ya los pasajes de vuelta y partimos hacia la
Universidad Autónoma de Talca, sede del Foro. Yo no conocía Talca, por lo que
aproveché de bombardearlas con preguntas respecto a la ciudad y lo que estaba
aconteciendo en la misma (muerta-fome-chica-todos se van-no hay mucho son las
primeras respuestas; todo funciona con autogestión-nos conocemos con harta
gente-estamos motivadas haciendo cosas son las que emergen un poco después).
Llegamos con retraso, la actividad estaba fijada para las 16:30 y eran las
17:30 casi, me presentan con Kary –otra expositora, de la organización de
transgéneras de Talca-, y directo al escenario. El auditorio está prácticamente
lleno, de 100 butacas deben haber ocupadas unas 80, un público mixto –ligera
mayoría femenina-, joven, universitario. Me informan que me toca exponer
tercero, después de Kary y ¿Loreto? –publicista con perspectiva de género-, y
antes de Macarena –psicóloga, Magíster en estudios de género y cultura y
doctora-en-algo-de-alguna-Universidad-europea, lesbiana-. Expone Kary sobre la organización de la que forma parte, dando cuenta
de la situación experimentada por las transgéneras en Talca, de la que resalto
la siguiente frase por sobre todo “nosotras no nacimos en un cuerpo equivocado,
nacimos en una sociedad equivocada” .
A ¿Loreto? le falla el pendrive, por
lo que me piden a mí que exponga segundo. Como no tenía ningún powerpoint
preparado, no tengo ningún problema en hablar al tiro. Mi exposición se basó
entonces en mi relato, siempre en primera persona e intentando lo más posible
recoger la postura que, como colectivo, entiendo compartimos respecto al
género: que este se construye, que nos forma y que nos restringe, pero que no
es estático, que se puede cuestionar, deconstruir y transformar, y que la
apuesta del Kolectivo Poroto es justamente esa: hombres por otros vínculos,
hombres todavía, que reconocemos que pertenecemos a un género, que ese género
está presente en nosotros, que sabemos lo tóxico que resulta el Modelo
Masculino Hegemónico Patriarcal para nosotros los varones pero aún más para lxs
niñxs, viejxs y en especial para las mujeres, y que la apuesta política es por
transformarlo. Intento dar cuenta de el doble movimiento del coleto: hacia
dentro, como espacio de confianza y construcción de relaciones entre varones
distintas, y hacia fuera, como espacio de incidencia política. Cuento un poco
del encuentro internacional, de los talleres Palabra de Hombre (olvido los
análisis de coyuntura). Relato mi relación particular como integrante del
Poroto, y relato también mi propia historia de cuestionamientos, de tropiezos,
de avances, de machismos que se mantienen y de sospecha permanente para conmigo
mismo. Lo difícil que es para nosotros, y lo extraño que es para otros y otras,
el cuestionar un orden que nos coloca –como varones, mayoritariamente
heterosexuales- en el sitial de poder social. Lo fácil que es aprovecharse del
“dividendo patriarcal”. Manifiesto que no me siento feminista, porque me parece
que el feminismo es parte de la historia del movimiento de mujeres y no me
parece justo apropiármelo. Manifiesto
que a los varones organizados nos falta para conformar un “movimiento” como el
que sí existe en el caso de las mujeres, no tenemos la misma historia –aunque
nos nutrimos de muchísimos avances y luchas del feminismo-, no tenemos la misma
fuerza en términos de cantidad, estamos luchando por recién movilizar el
cuestionamiento a un nivel un poco más generalizado. La lucha es día a día y a
cada momento, porque el machismo lo tenemos interiorizado y naturalizado.
Siento
que salió bien porque lxs asistentes se rieron varias veces, me escucharon
atentamente, nadie se fue durante lo que hablé, así que espero no haberlos
aburrido y se haya entendido el mensaje. Después expone ¿Loreto?, nos muestra
una serie de imágenes –publicitarias y propagandísticas- con marcado contenido
sexista, en donde se (re)producen las brutales diferencias de género que forman
parte de nuestra querida sociedad. Finalmente expone Macarena, cuestionando
–desde Judith Butler, pero como nos cuenta ella, desde otrxs autorxs incluso
anteriores- el concepto mismo de Género y destacando el carácter performático
del mismo. Al final hay una ronda de preguntas. A mí se me pregunta –un hombre-
específicamente por la incidencia política del colectivo: la idea es sacar las
reflexiones “de adentro” hacia afuera, explico un poco los talleres Palabra de
Hombre (partir con el cuerpo, dislocando la relación que coloca a los hombres
como seres racionales, por ejemplo), explico ahora sí los análisis de
coyuntura, me voy por las ramas y llego a los cuestionamientos que hay de
participar, por ejemplo, de la marcha del 8 de marzo como colectivo, y de lo
adecuado o no que es “darnos a conocer” en momentos como ese. La siguiente
pregunta que se me hace –otro varón- se transforma en un comentario de lo
importante que sería trasladar estas luchas también al área de nuestros
trabajos, a lo que ¿contesto? que me parece muy bien y que yo trato de hacerlo,
y más allá de los trabajos es una lucha que se tiene que dar diariamente, en
todo momento y con toda otra persona. Son las 19:30 ya, y tengo bus a las 20:20.
Me paro, coloco la parka y el gorro de polar, escucho otra pregunta a Macarena
y su posterior respuesta. Interrumpo y me despido, tanto de las organizadoras
como de lxs asistentes. Me como un par de galletas con las chicas que afuera
están preparando el “cóctel”, me dicen que ojalá se pueda organizar un Palabra
de Hombre en Talca porque ellas ven que hay varones interesados “en el cuento”,
me van a dejar a la micro y me voy conversando hasta el terminal con una de las
asistentes al Foro, que me comenta que le encantó y que no cachaba casi nada de
lo que se habló ahí y que ojalá se hicieran más cosas como esas. Llego a las
20:10, pregunto por mi bus, muy amable la vendedora de Tur Bus me informa que
éste viene con 1 hora y media de retraso, así que salgo del terminal a caminar
un poco por Talca, aprovecho de encender un cigarrillo que me llevé preparado
desde Conce, vuelvo al terminal y leo hasta que llega el bendito-maldito bus.
Duermo hasta Concepción y despierto a mi padre para que me vaya a buscar –en
provincia no tenemos transporte público a la 1 de la mañana-. Llego a mi casa y
me acuesto re-contento.
Inti
Fuica Rebolledo
Concepción
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