Enclaustrar: “Meter, esconder en un lugar oculto” Diccionario
RAE.
Los
militantes del Kolectivo Poroto (KP) reconocemos en el actual escenario político, una gran oportunidad para mirar (nos) los modos
tradicionales de hacer política que se han desplegado en el marco de la
reciente aprobación de la Ley Antidiscriminación (a raíz del asesinato
homofóbico de Daniel Zamudio); y desde ese lugar construir alternativas desde nuestros modos de hacer política,
reflexión que como KP hemos venido desarrollando en perspectiva de reconocer
aprendizajes y tensiones.
Los actores en cuestión: Jiménez, Simonetti y El Estado.
Rolando Jiménez, el eterno dirigente del MOVILH, representa una forma de hacer política que podríamos
caracterizar como clásica, hegemónica, neoliberal y reformista; la cual ha
construido al alero del Estado y sus instituciones, confiando en los cambios
socioculturales desde el peso de la Ley. Este
modo de hacer política es vertical; sin la participación de los sujetos, ni de
las comunidades; mediático y con el afán de institucionalizar las luchas
sociales. En este caso, una institucionalización hegemónica de las luchas
de la diversidad sexual. Por su parte, el discurso de Pablo Simonetti (Fundación
Iguales) y su intento por construir igualdad en contextos empobrecidos,
refuerza el valor del Estado y las leyes como mecanismo de resolución de
“algunas” desigualdades sociales, ya que no reconocemos en esta postura
argumentos que cuestionen las bases del capitalismo neoliberal. Finalmente, el Estado, representado por el SERNAM y su campaña “Maricón es el que
maltrata a una mujer”, también en su versión 2.0, construye acciones en pro de
la prevención de la violencia género (familiar desde su mirada), ejerciendo violencia
simbólica.
Todos estos
ejemplos, a nuestro juicio representan modos de hacer política de los cuales
nos queremos diferenciar, apostando por acciones políticas liberadoras, que se
sitúan políticamente en contra de los valores del capitalismo neoliberal
chileno, asumiendo el desafío de pensar
nuestros proyectos sin las lógicas del Estado, construyendo autogestión para
satisfacer nuestras necesidades: personales y colectivas.
Como Kolectivo Poroto (militancia en
género/masculinidades y política), las preguntas sobre cómo hemos venido
desarrollando nuestro trabajo político, han encontrado algunas pistas que dicen
relación con nuestra (in) capacidad para construir un modo de hacer política
desde el género. Si a lo anterior le sumamos la naturalización que se ha
construido socialmente sobre las luchas de género, el escenario que se
configura no es del todo alentador.
Durante
mucho tiempo hicimos nuestra la consigna del feminismo “lo personal es político”, sin embargo, con el transcurso del tiempo
y los sin-sentidos de nuestro quehacer, llegamos a constatar que puede llegar a
ser muy autocomplaciente, en la medida
que la acción política se queda enclaustrada en unos pocos,
sin vínculos transformadores con otros, ni en un trabajo con comunidades
específicas.
Hacer
política desde el KP nos ha implicado reconocer que hay un punto ciego en nuestra política: no sabemos cómo salir de la
conversación interna al espacio público. Enclaustramiento.
En este mismo movimiento el desafío que visualizamos es un punto de inflexión para dejar que se nos pasen los acontecimientos,
“la coyuntura”. Dicha inflexión implica mirar prácticas políticas de otras
agrupaciones contraculturales, en las cuales vemos referencias y sentidos
compartidos (Coordinadora Universitaria de Disidencia Sexual –CUDS, el
activismo que incomoda a los conservadores dirigentes el MOVILH del “Che” de
los Gays –Víctor Hugo Robles, Feministas Autónomas, experiencias educativas
populares y libertarias, entre otras posibilidades).
Creemos
necesario mirar para el lado, dejarnos interpelar y hacer alianzas políticas
que nos posibiliten espacios de incidencia desde aquellos sentidos y
aprendizajes que hemos venido conversando con muchos varones y aliados/as sobre
los modos alternativos de ser hombre en un contexto capitalista patriarcal. Nada de recetas, modelos, ni nuevas
masculinidades, más bien un trabajo situado políticamente y con las ganas de
mirarse y aprender de su incipiente trayectoria.
Hablamos
desde experiencias colectivas, como
varones nos planteamos en disconformidad con los modelos hegemónicos
patriarcales que se pretenden únicos en nuestra sociedad; con las formas de
estar en el poder; con las construcciones de masculinidades y femineidades
neoliberales. Desde prácticas políticas de resistencia y contraculturales
hacemos frente al actual escenario que sitúa al mercado como un lugar
estratégico para construir comunidad.
Probablemente
los formatos lúdicos desde perspectivas educativas libertarias y populares, nos
den chances de co-construir discursos alternativos a las masculinidades
hegemónicas patriarcales que se sitúan en nuestra sociedad. Nuestros discursos, conversaciones,
dudas, tensiones, vacíos, intuiciones y aprendizajes liberadores, necesitan romper con las prácticas políticas
vanguardistas y enclaustradas, que por mucho tiempo han estado presentes en
espacios de varones.
Cabe consignar, que el Patriarcado nos va ganando “el partido”, por
goleada, pero no está muerto el que lucha…por eso
como KP visualizamos cinco ámbitos de acción desde los cuales romper con el
enclaustramiento político masculino: sistematización de nuestra experiencia;
acción e incidencia política, comunicación a través de nuestras redes sociales
como un espacio de conversación social; procesos permanentes de (auto)
formación y un encuentro de colectividades de varones que a nivel regional se
vienen auto-convocando para reflexionar, resistir y construir alternativas al
patriarcado neoliberal.
Otoño, 2012.
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a nuestro correo kolectivoporoto@gmail.com
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