Este una breve reflexión en el camino para pensar en cómo responder la pregunta titulo de esta entrada. Más allá del ambito académico es importante considerar las posibilidades de aparición de las nuevas masculinidades en el escenario social cotidiano y "normal". Las resistencias del varon para repensar, involucrarse y participar en temas de género se debe obviamente a que ha sido históricamente tildado, y por eso lo es todavía, del sujeto de privilegios, poder y objetividad. El binarismo de género, solo masculino-femenino y el cual critica la teoria queer, es claramente uno de los productos que inhibe esto. Siendo este un esquema simbólico de poder que imposibilita muchas posibilidades, y legitima solo una, entonces claro está que no es nada facil. Con mucha razón se está destinando mucho dinero (aunque en perspectiva es muy interior a otras industrias obviamente) a intervenciones que buscan revertir eso, los patrones, consecuencias y marchas de la masculinidad hegemónica. Cualquiera que tenga alguna relación en su vida profesional con estos temas (género, VIH, sexualidad, diversidad, etc) sabe de esto.
Esta incapacidad cultura de poder imaginarse algo mas allá de estos dos polos está extensamente argumentada desde los estudios queer como en estudios incluso biológicos...pero desde los estudios de masculinidades no hay nada o casi nada. Sin embargo, es interesante plantearse, tal como lo hace Francisco Alvarez en este texto llamado Apuntes para la construcción de un nuevo modelo de género masculino, que debieramos apuntar hacia la androginia en donde lo ambos sean intercambiables dinámicamente. Y esto lo encuentro aún más pertinente si tomamos en cuenta que el mercado laboral, cada vez mas, pide habilidades blandas y duras (que la lógica misma de esto es de género tradicional) o sea de ambos. Entonces debiera ser posible una conjugación de estas cualidades humanas, y culturalmente los japoneses (sin animo de estereotiparlos) han expresado esta veta mucho más que otras culturas, solo vean los ejemplos de RANMA y EMOS etc
Ahora, finalmente, las posibilidades metafóricas de efectivamente poder imaginarse una nueva masculinidad/es son, dado el hecho que estamos inmerso en la cultura, relativamente restringuidos, además somos varones construidos desde lo masculino hegemónico. En este sentido han sido las masculinidades marginales que han sido abordadas en este sentido, tal cual este ejemplo de Honduras.
Y justamente la investigación es un ambito para poder mostrar estas posibilidades metafóricas, imaginandose, que se puede lograr un lugar mejor donde desarrollar nuestros vinculos con nosotr@s mism@s, con las mujeres, niños y otros varones de forma equitativa, sin correción, violencias ni imposiciones. Y esto se hace en Cuba por ejemplo con uno de los que impulsa ese trabajo llamado Julio Cesar Gonzalez en este video
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