viernes, 23 de marzo de 2012
Aborto: Por la libertad de decidir
La libre circulación de las palabras o bien su acceso restringido a la esfera pública demuestran el control que ejercen tanto las ideologías político-culturales como los poderes comunicativos sobre las fronteras de lo decible y lo nombrable, es decir, sobre los términos que pueden (o no) ser objeto de deliberación ciudadana. Son varios los nuevos términos que la alianza de derecha, pese a su dominante conservadora, ha tenido que dejar circular durante el 2011: por ejemplo, “ley de unión civil” y, de contrabando, “matrimonio homosexual”.
A cambio de este tránsito forzado, el gobierno de S. Piñera ha reinstalado en gloria y majestad a la Familia como trasfondo iconográfico de toda una cadena de afectos (sentimientos y creencias) y efectos (iniciativas legislativas y políticas públicas). Lo maternal y lo familiar -exaltados por la moral de la pareja que caricaturiza el bono “Bodas de Oro”- han pasado a ser el refugio intemporal, mítico, que protege al ser humano de todo lo que lo amenaza en un mundo de cambios veloces exacerbados por la globalización capitalista. Ya lo sabíamos: la misma derecha que celebra el liberalismo económico como desate consumista de los bienes y productos en un mundo de tráficos sin fronteras, resguarda –en lo moral- los valores y tradiciones como algo puro y sacro que debe mantenerse alejado de la promiscuidad contaminante de lo que circula planetariamente. La maternidad como eje femenino de la reproducción y el cuidado de la familia es el bastión sagrado que debe preservarse fiel a sí mismo, intacto, para contrarrestar el debilitamiento de otros símbolos de arraigo y pertenencia (Estado, nación, clase, partido, tradición, etc.) que el capitalismo transnacional vuelve inestables y mutantes.
Si bien la no-discriminación de género y el respeto a la diversidad sexual pasaron a semi-integrarse al sentido común liberalizador de una sociedad chilena que finge ponerse al día, hay una palabra que permanece interdicta: la palabra “aborto”. No habría que ser ingenuos en pedirle a este régimen que ha convertido a la familia en su paradigma valórico que ingrese esa palabra tabú a su repertorio pese a que la ley Simone Weil, en Francia, despenalizó el aborto en 1975 bajo un gobierno de derecha. Lo más preocupante es que la palabra “aborto” (a secas: no “aborto terapéutico”) genera tantas aprensiones y suspicacias por el lado de la izquierda que por el lado de la derecha.
¿Qué se oculta tras la censura generalizada a la palabra “aborto? Primero, las lógicas de dominación masculina que castigan el derecho de las mujeres a decidir soberanamente sobre sus cuerpos y destinos, volviéndolas culpables de no obedecer ciegamente el mandato de la maternidad obligatoria. Al consagrar lo femenino-materno como abnegación y sacrificio, este mandato les ordena a las mujeres renunciar a su propia libertad en beneficio del otro: en el caso del embarazo, antes siquiera que el feto sea persona , individuo o sujeto.
La Iglesia Católica, pese a la inmoralidad de los casos de abusos sexuales, sigue ejerciendo –como si nada- su hegemonía vaticana al normar el control de los cuerpos, en activa consonancia con el conservadurismo de derecha que estuvo respaldando en Chile el escandaloso fallo del Tribunal Constitucional que prohibió la píldora del día después en el 2008. Eso, por el lado de la derecha y la Democracia Cristiana. Por el otro lado, la izquierda tradicional (la de los partidos de la Concertación y extra concertacionistas) se preocupa de la explotación de clase y de las injusticias sociales del sistema de dominación económica, pero ha sido incapaz de prestarle atención –teórica y política- a las opresiones culturales (entre ellas, las que subordinan la diferencia de género) por no comprender todavía que lo que atañe a cuerpos, deseos y subjetividades es también materia de emancipación.
Chile ha visto cómo el orden normalizador de su democracia formal (no participativa) se ha visto drásticamente cuestionado por los reiterados estallidos sociales que, desde el año pasado, se rebelan contra los abusos neoliberales pero, también, contra la falta de imaginación política de una izquierda convencional; una izquierda que no ha sabido ampliar debidamente las fronteras de lo democrático para que predomine “lo político” (los antagonismos de poder y representación en torno a las prácticas de constitución de lo social; las luchas por la igualdad que presuponen a la diversidad en contra de las identificaciones uniformes; las redefiniciones de lo público y lo privado en el cruce entre micropoderes y resistencias cotidianas, etc.) por sobre “la política” en su versión instrumental.
Reconquistar esta dimensión intensiva de “lo político” supone una izquierda plural y fluida en sus contornos, abierta a la incorporación de todas aquellas demandas que promueven cambios en las posiciones de sujetos que los aparatos de captura de la identidad (por ejemplo: masculino-femenino) quieren mantener lineales y fijas. Rebatir la violencia simbólica de la ideología sexual dominante no es algo que les concierne solamente a las mujeres en tanto comunidad de género. Combatir las asimetrías y desigualdades de género es parte de las luchas de transformación social que amplían las bases del igualitarismo democrático.
En las últimas conmemoraciones del Día Internacional de la Mujer en Chile, agrupaciones feministas desfilan reclamando por la despenalización del aborto (“Por la libertad de decidir”) y sumando dicho reclamo político-sexual a otras manifestaciones de legítimo rechazo a los abusos privatizadores de un modelo neoliberal que atenta contra la equidad y la justicia sociales. Del mismo modo que las agrupaciones feministas protestan a favor de un reparto no-excluyente de la democracia, el feminismo espera de la(s) izquierda(s) que suscriba(n) la necesidad de resguardar los derechos fundamentales de las mujeres en materia de libertad reproductiva. El debate sobre el aborto se ha visto confiscado en Chile por visiones moralizantes que, pese a la laicidad del Estado chileno sancionado por la Constitución, tratan de imponerle al conjunto de la sociedad su concepción religiosa de la vida humana.
No hemos escuchado nada parecido a las sabias palabras formuladas hace algunos años por el Obispo auxiliar de Madrid, monseñor Alberto Iniesta: “Mi conciencia rechaza el aborto, pero mi conciencia no rechaza la posibilidad de que la ley no lo considere un delito”. Que las mujeres puedan elegir en conciencia si asumir o no la maternidad es un derecho que les incumbe a todos ya que el cuerpo propio es el primer territorio de libre ejercicio de la soberanía en garantía, por lo tanto, de la ciudadanía universal.
dona por un aborto ilegal
Los comentarios más conservadores y erróneos sobre el aborto.
LA POLÉMICA CAMPAÑA “PARA UNA VIDA MEJOR: DONA POR UN ABORTO ILEGAL” HA LOGRADO UN ÉXITO EN INTERNET (MÁS DE 10 MIL VISITAS EN MENOS DE UNA SEMANA). LA POLÍTICA SE TRATA DEL CONFLICTO, DEL DEBATE, POR ESTO HEMOS SELECCIONADO LOS COMENTARIOS MÁS CONSERVADORES Y RELIGIOSOS QUE HAN SIDO DIRIGIDOS AL VIDEO, COMENTARIOS QUE OBVIAMENTE PARECEN IRRISORIOS PARA QUIENES APOYAMOS EL ABORTO Y LA DECISIÓN DE LA MUJER EN TODAS SUS FORMAS.
Son casi 300 comentarios los que se han dirigido al video promocional de la campaña, preparen su estómago para los argumentos más entretenidos de quienes dicen defienden la vida, pero que en realidad desean matar a quienes abortan:
1) Uno de los argumentos más erróneos de quienes se dicen “pro-vida” es el suponer que los genios o grandes intelectuales nacen en su condición de genios desde su concepción, es decir creen que para Mozart fue determinante ser un feto al momento de ser un gran músico. Así lo piensa el siguiente comentarista:
“@intedezante69 Si ustedes conocieran a una mujer que tiene 8 hijos, tres de los cuales son sordos, dos son ciegos y uno es retrasado mental, además su esposo es alcohólico y le pega tanto a ella como a sus hijos… La mujer está esperando un NOVENO hijo que tiene muchas probabilidades de ser sordo y ella a su vez tiene sífilis, le recomendarían que se hiciera un aborto?
Sé que muchos de ustedes, no se lo recomendarían…Pero los que contestaron que sí…. acaban de matar a Beethoven”
No por abortar estamos matando a un futuro Matta, es decir no es sólo responsabilidad del aborto, porque sabemos que muchos Matta y Mozart se pueden perder si nacen en clases sociales bajas. ES RIDÍCULO CREER QUE EL FETO YA POSEE CARACTERES DETERMINANTES EN SUS CAPACIDADES INTELECTUALES, ESTO DESCONOCE LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE CADA SUJETO. Es decir, que hay miles de vidas posibles contenidas en un feto.
2) Comentario pro-vida animalista:
“A qué nivel hemos llegado! nos estamos matando entre nosotros! hasta las ballenas tienen mas derechos”.
3) Nos meten miedo y nos critican por no ser “buenas madres”.
Si “No era el momento”, bueno si no eres lo suficientemente madura para ser una madre, siempre existe otra opción, dejarlo en ADOPCIÓN. La violencia no es siempre la única solución. Además, cada vez que abortas es más difícil que después puedas quedar embarazada.
Es muy importante notar cómo los pro-vida se sienten en un mejor estatus, más maduros, porque no admiten errores, por defender un modo de vida. Nos parecen mucho más valientes las mujeres que se atreven a abortar, a estar contra la ley, sabiendo que no deben estar obligadas a cargar con el peso 9 meses, no si aún no quieren ser criadero de bebes.
4) Una de las confusiones más comunes de quienes se oponen al aborto es que creen que aborto es sinónimo de asesinato. Afortunadamente el aborto no es muerte, sino vida para una mujer que no quiere ser madre aún. Esto genera reacciones tan escandalizadas en católicas como “josefina” quien cree en los “milagros” y se opone al aborto:
josefina1794 Sus argumentos son MI futuro, Mi vida, MI cuerpo SOLO YO YO Y MAS YO!! Dejen de mirarse y pensar SOLO en ustedes mismos!!¿POR QUÉ EL QUE SE ESTÁ GESTANDO NO TIENE DERECHO A VIVIR? La mujer es dueña de SU cuerpo NO DEL QUE ESTÁ POR NACER! EL TIENE DERECHO Y ES UN SER HUMANO Y MERECE VIVIR!
Si no lo quieres dalo en adopción!
Si viene con problemas no te fíes por los doctores LOS MILAGROS EXISTEN! y hay miles de casos en que los doctores dan los peores pronósticos que al final no son ciertos!
5) Y obvio el peor estigma es creer que las mujeres que abortan son una “cualquiera” que se entregan a cualquiera y que para ellas abortar es un juego, que es como ir al baño. Obviamente no es así, abortar es un proceso complejo, por tanto no es cierto que si el aborto fuera un derecho las mujeres abortarían como se va al baño.
nunflay gente enferma!! es cierto que el aborto terpeutico debiese permitirse, porq corren peligro de vida las madres o porque es dar a luz un bebe que va a vivir unas horas en donde solo sufrirá y luego morira de igual forma… pero lo otro es totalmente diferente, es tener una mentalidad asesina! eliminar un ser humano solo porque es un obstaculo en tu soñada vida!? si no pensaste las weas antes asume tu responsabilidad! si no lo day en adopcion.. pero MATAR a tu hijo es de gente muy mierda!
6) Misoginia extrema:
casafred007 quisas el aborto no es cosa de la iglesia, pero las mujeres no pueden ser tan estupidas como matar a su hijo solo porque las cosas no salieron como querian, uno tiene que afrontar las consecuencias de sus actos y no ser cobarde y matar a un inocente solo porque “no estaba en los planes
7) Los pro-vida son asesinos:
ElisaJBieberFever OJALA LOS HUBIERAN ABORTADO A USTEDES MEJOR
hexagram12 Puta, lo vuelvo a ver y me da risa la soltura de raja con la que hablan de abortar. A ustedes deberían haberlos abortado a todos por rancios.
8) Para algunos la abstinencia sexual es permitido, pero no esperen que todos asumamos esa regla retrógrada:
d3lasotta Sacos de wea!!! no es tan dificil usar condon o esperar al matrimonio!! Y mierda NO SE TRATA DE SU CUERPO! SE TRATA DE OTRO SER HUMANO, y poniendonos en el caso que no lo fueran, NO DEJAN DE SER SERES VIVOS!!! ctm…. si no era el momento? entonces no tengan hijos po wn! para una vida mejor, aborta? que es esa wea?? mata para vivir mejor? es tu derecho? y los de TU HIJO? mi carrera es lo mas importante? pfff la vida no po aweonaa.
ENA Y LA CIENCIA FICCIÓN (De Isabel Aguilera)
La senadora designada Ena Von Baer está en contra del aborto terapéutico.
Aunque nadie se lo pidió porque nadie la votó, ella se ve hoy en la tesitura de representar a unos y unas ciudadanos/as incorpóreos, inexistentes para el ojo humano aunque seguramente audibles en la medida que ella lleva su voz hasta el parlamento.
En su calidad de legisladora apócrifa, Ena (de los Von Baer del sur) discute con otras personas de las cuales algunas pueden ser electas y quizá otras no porque los “enroques” ministro-senador-gerente-diputada-ministra confunden mucho.
Electos o no, los y las legisladores discuten y la prensa se hace eco. En ese contexto, Ena devuelve la quínoa Von Baer argumentó en contra de legislar sobre el aborto terapéutico diciendo:
"yo no estoy en contra de que estos temas se discutan. No tengo ningún problema que se discuta, otra cosa es votar a favor de la idea de legislar, porque cuando uno vota a favor de la idea de legislar abre la puerta a que uno crea que este es un tema que tiene que votarse y legislarse". (La Tercera del 14/03/2012).
Nadie discutió este argumento, es incontestable.
Más tarde la Sra. Von Baer procuró dar más pistas sobre su posición de fondo en la materia y dijo:
“la mujer, podría decirlo en fácil, le presta el hogar, por el tiempo del embarazo, a la vida que se está gestando ahí. Y esa vida tenemos que respetarla siempre, desde el momento que existe (...) no tiene derecho (a aborto terapéutico) una mujer que presta el cuerpo en el fondo, presta el hogar a esa vida que se va a desarrollar, a terminar con esa vida” (EMOL 14/03/2012).
Ahora sí saltó lejos el maní y la Senadora Rincón (ex – intendenta) se enojó y le mandó a decir a la ex - vocera:
"Yo lamento las declaraciones de la senadora Von Baer porque no entiende en profundidad lo que estamos hablando y los derechos de las mujeres". (Emol. Mismo día)
[¿Senadora, usted cree que el aborto es un derecho de las mujeres?, ojo que te pueden hacer un “enroque” pa`la casa]
Y como si fuera poco opinó Isabel ahora me acuerdo del aborto Allende y Ricardo oportunista Lagos W. y Fulvio porqué me siguen las mujeres Rossi y Enrique colegio médico Accorsi, solo faltó la opinión de María Antonieta feminista Saa…aunque capaz que su opinión no fuera recogida en los diarios por feminista.
Total que Ena fue crucificada porque ella estima que las mujeres son incubadoras. Sin embargo, la senadora y ex - vocera es una persona que sabe que los cuerpos no importan. Su sola presencia en el senado es una demostración de que los cuerpos no importan, son una entelequia. Si algún cuerpo va y deposita un papel cruzado por una raya en una urna no importa. Si unos cuerpos están lanzados por ahí en el mar, no importa.
Ena la reforma agraria a ti también te llegará Fon Baer está próxima a un estado de cosas Otro, un espacio/tiempo Otro, un mundo raro donde los representados no existen y los niños y niñas nacen de cuerpos prestados. Pero ese mundo, en realidad, no es tan raro ni lejano es solamente un mundo que los humanos, como diría Zulma, nos negamos a ver. Y, sí señor, no hay que tener miedo de mirarlo.
El cine, en su grandeza, nos ha dado pistas sobre ese mundo que nuestros cinco sentidos no puede percibir: “Los usurpadores de cuerpos”, “Los caza fantasmas”, “El exorcista”, “Los expedientes secretos X”, “Ghost”. En todas ellas el cuerpo humano opera como el espacio donde se aloja un huésped que lo domina.
No es que Ena esté disparando para cualquier lado, tiene sustento teórico, pero se olvida de la mejor película del mundo sobre cuerpos colonizados: Alien. Y se olvida, sobretodo, de Alien 3 o 4 cuando la teniente Ripley (tan bien interpretada por Sigounei) se da muerte a sí misma para eliminar al huésped. Que después la clonen a la pobre es otra historia, pero la moraleja de esa peli es que por más que nos pese o no nos guste la anfitriona puede decidir. La moraleja no es que los fetos sean alien, no, es simplemente que en toda circunstancias hay espacio para el sentido común. El aborto terapéutico es una cuestión de sentido común.
Isabel M. Aguilera Bornand