jueves, 23 de diciembre de 2010

ABC...G. Los retos pendientes de la prevención..

Persisten creencias equivocadas en la gente más joven, tales como el uso de dos condones para, erróneamente, maximizar la prevención; mujeres y hombres siguen sosteniendo en amplias mayorías los estereotipos de género, acordando con las afirmaciones "los hombres son por naturaleza más calientes que las mujeres" (67.4%) y "las mujeres son más fieles que los hombres" (61.1%), luego de haber declarado también que "algunas mujeres provocan ser violadas" (63.7%) y que 5 de cada 10 hombres declara no gustarle el uso de preservativo y no tenerlo a mano cuando lo necesita.

Lo anterior muestra sólo algunos de los hallazgos que reporta el avance de investigación "ABC...G. Incluyendo género en la prevención del vih", presentado hoy por cuatro organizaciones salvadoreñas y la agencia británica Progressio, con el apoyo de la Unión Europea. Centro Bartolomé de las Casas es una organización integrante del proyecto conjunto "Estrategias de género para la prevención del vih y sida en El Salvador", en el contexto del cual se presenta este estudio.

Con una representación de organizaciones locales e internacionales por el desarrollo, agencias de cooperación, entidades gubernamentales e institutos especializados, se presentó además la base de datos completa que sirvió para esta primera entrega del observatorio de estrategias de género, un espacio de monitoreo, análisis y retroalimentación creado por el proyecto para la incidencia en el tema de la prevención. La base de datos reúne las variables del estudio de opinión pública encargada al dinámico equipo del Centro de Investigación de la Opinión Pública Salvadoreña (CIOPS) de la Universidad Tecnológica.

"¿Cómo podemos trabajar para que la familia adquiera un rol más protagónico en la educación en la sexualidad'", preguntó la representante de la delegación de la Unión Europea, Yolanda Cativo, vistos los datos en torno que la población declara enterarse del vih y sida mayormente en las escuelas, unidades de salud y medios de comunicación. "Cómo podemos incidir para cambiar los comportamientos de riesgo de la población, visto el doble discurso-doble moral en El Salvador?", comentaba Guillermo Ramos, de MODES. "La gente está sensibilizada, pero no lee los folletos que se le proporcionan", comentó Vinicio Quintero, del Hospital de San Bartolo. Yamila Abrego, de INTERVIDA, compartió la noticia de la disponibilidad de un estudio diagnóstico enfocado en la zona rural que podría servir para contrastar la información de este avance, centrado en el Área Metropolitana de San Salvador y enfatizando los comentarios de Delmy Iglesias, de Ayuda en Acción El Salvador, se preguntó sobre el papel de las Iglesias, de la religión, visto que una abrumadora mayoría de la población entrevistada (76.6%) declaró "las Iglesias deben incidir sobre la educación sexual que se da en las escuelas públicas" y que 5 de cada diez personas dice "que la educación sexual promueve el libertinaje". Isabel Guevara, del MSM, expresó la ironía de que en asuntos de vih y género, se siga encasillando a las mujeres como sumisas y además, como complemento a voluntad del hombre machista que con sus actitudes agrava la pandemia del vih-sida.

Se escuchó intervenciones de Sandra Chacón, de INTERVIDA, acerca del acierto de incluir género de manera explícita en el abordaje del vih, a Esperanza de Díaz, del MINED, quien reseñó el quehacer en las escuelas y a Dilma Chacón, del Programa Nacional de sida, quien cuestionó a la audiencia para medir y evaluar lo que se está haciendo para mejorar y ampliar desde las conclusiones de este estudio.

El estudio da para mucho. Para mucho más da también la mirada crítica del género en las cuestiones de prevención del vih y sida, ampliando la perspectiva para no quedarnos sólo con los estigmas de la discriminación o con los abordajes epidemiológicos en exclusiva. Este estudio, representativo del AMSS, que incluyó además una sobremuestra de mujeres que ejercen trabajo sexual, confirma que la población salvadoreña se apunta buena nota en los conocimientos del ABC de la prevención, promovido por la política pública de los gobiernos anteriores, pero sale deficiente en cuanto a "G", la mirada integral que cruza cultura, género y sociedad. Esperamos más lanzamientos de este observatorio y la retroalimentación de las organizaciones y entidades involucradas en la prevención.

Ficha técnica:
Nombre:ABC...G. Incluyendo género en la prevención del vih. Estudio de opinión sobre conocimientos, actitudes, prácticas y comportamientos en relación al vih y sida en El Salvador".
Autoría: Larry José Madrigal, Virginia López, Noelia Ruiz, Héctor Núñez y John Bayron Ochoa.
Edita: Asociación de Mujeres Flor de Piedra, Fundación para el Desarrollo Juvenil, Centro Bartolomé de las Casas, Fundación para la lucha contra el sida María Lorena CONTRASIDA, Progressio.
Datos: San Salvador, 2010.

Incluye CD con base de datos.

Ejemplares disponibles previa requisición en Progressio El Salvador.

“En esta puta ciudad todo se incendia y se vá…" Claudio Vásquez Gutiérrez

“En esta puta ciudad todo se incendia y se vá…

Ciudad de pobres corazones…”

Ciudad de pobres corazones - F. Páez

Para Reinaldo, un creador de muebles que conocí en los 90

Y hoy enfrenta la muerte de su hijo, por todo su aguante y su dolor

Diciembre 2010. Un incendio en una de las torres de la cárcel de san Miguel termina con la vida de 81 personas y otras varias quedan heridas. Se han escuchado múltiples explicaciones y análisis para poder entender lo que no tiene mucha razón frente al dolor de las familias y los cuerpos calcinados en una cárcel que está bajo el control del Estado de Chile.

Hace 103 años a tras otro grupo de hombres y mujeres, también en diciembre, fueron masacrados por pedir dignidad laboral. Esa vez fue en Iquique, en una escuela. Esos pobres, esos trabajadores, fueron olvidados y sólo la cultura los recuerda, porque a pesar del dolor y las muestras de solidaridad, los trabajadores durante estos 103 años han vivido condiciones paupérrimas e injustas, de hecho 103 años después de la matanza, también en el norte, 33 mineros quedaron atrapados a 700 mts. Bajo tierra como producto de las malas condiciones laborales.

Los hombres quemados vivos en la cárcel de San Miguel son hombres jóvenes de barrios empobrecidos, de familias pobres, que cometieron distintos tipos de delitos, robos, venta de piratería, violencias, tráfico, etc., etc. Son hombres castigados por sus delitos y castigados por sus biografías. Sus trayectorias trascurrieron en un tiempo en que la condena al delito en contra de la propiedad, es unánime por parte de las autoridades sociales y políticas, tan unánime que desde hace algunos años se ha comenzado a condenar a los menores de 18 años, sin existir infraestructura, ni programa de rehabilitación adecuados, pero como mayoritariamente son pobres las voces de alerta que se han levando se han escuchado menos y se les ha restado importancia.

Las tragedias en las cárceles de Chile tienen una trayectoria larga, sólo en los últimos 10 años hay más de 200 muertos y siempre que se suceden, vienen las voces oficiales que con ánimos voluntariosos se comprometen a mejorar las condiciones de quienes pagan sus deudas con la sociedad tras las rejas.

La cárcel ha cobrado valor en el discurso político desde la dictadura. Eran recurrentes los llamados a la “mano dura” y a la guerra contra todo lo que atentara contra el orden interno. Durante esos años las cárceles se atestaron de opositores y de quienes lucharon en contra del régimen. En ese marco la cárcel sirvió de castigo y también para criminalizar la protesta y la disidencia, entonces la cárcel dejó de ser un artefacto propio del sistema judicial para convertirse en un instrumento político y como tal tomó un discurso propio y un valor en si mismo.

Todos los miembros de la sociedad que no transitan por el marco aceptado corre el riesgo de ser recluido, pero ya no recluido para volver a habilitarlo y que pague un castigo justo, sino un castigo que tiene como único sur constituirse en un acto ejemplificador; un mensaje para el resto de la sociedad.

Las condiciones de esta diferencia tienen relación directa con las condiciones del espacio carcelario. El hacinamiento, la sobrepoblación, la ausencia de selectividad por compromiso delictual y la inseguridad del modelo carcelario hacen poco posible, por no decir nula la posibilidad de reinserción a la sociedad y lo deja como un largo paréntesis en la vida de las personas donde el acumulado de ese tiempo sólo se traduce en dolor y sobrevivencia.

A partir de los años 90, una vez instaurada la democracia en Chile, como consecuencia de varios hechos hay un cambio en la agenda temática de los medios de comunicación. El secuestro del Cristian Edwards( hijo del dueño del diario El Mercurio), el asesinato del Senador Guzmán, una ola de asaltos a bancos, el desprestigio del discurso de la derecha política y la necesidad del las nuevas autoridades de desarticular a las organizaciones de izquierda que estaban fuera del sistema, generan el ambiente preciso para instalar en los medios de comunicación una temática no abordada con anterioridad. Surge de esta forma un potente y permanente llamado de alerta a la comunidad en torno a la delincuencia, la violencia y la drogadicción.

Estos discursos instalados en la agenda noticiosa pasaron, a la conversación de los vecinos, al debate político, a los ofertones de campaña y la política pública. Se instala entonces durante los años 90 toda una estructura estatal, comercial y mediática que le dice a los vecinos que tengan cuidado, que alerten a las policías ante cualquier acto sospechoso, que se cuiden de los jóvenes que están en las esquinas y plazas. Se comienzan a articular mensaje para que la policía sea más efectiva, más cercana y rápida. Al poder judicial que sea menos garantista y que termine con la “puerta giratoria”. Es decir: más cárcel, más condena y más dureza.

Así llegamos al nuevo siglo discutiendo la edad para comenzar a juzgar a los niños que cometen delitos y el gran consenso político del país lo sitúa en los 14 años. Una discusión alentada por periodistas que no se cansaron en repetir imágenes de escenas violentas protagonizadas por jóvenes pobres, por políticos que vieron en ese discurso una forma de ganar adeptos, por un estado que no tuvo la conducción adecuada para frenar esta sicosis que exigía cárcel para todos y que no fue capaz de medir su propia capacidad de mantención del aumento desproporcionado del nº reos.

Detrás de estos discursos se abandona la idea de una sociedad justa y fraterna que brindaba posibilidades a los que cometen errores, y a cambio de esa vieja fraternidad se instala la idea del consumismo, del éxito fácil, de la obtención de bienes materiales para la integración social. Desde los modelos culturales se incrementa la idea del consumismo, de los patrones de belleza y la frivolidad como idea de belleza. Los patrones estéticos también cambian e influyen en el habla, en la socialización y en las creencias de las personas.

Mientras todo esto ocurre, las cárceles comienzan a sobre poblarse, a saturarse. Los reos tienen menos posibilidades de procesos de rehabilitación y quienes obtienen la libertad tienen pocos medios para integrarse a la sociedad ya que con los papeles manchados tienen poco espacio de movilidad. Quienes no conocen de esa situación o están más alejados de ella miran con sospecha a las personas que salen de la cárcel y hacen pocos esfuerzos por integrarlos. Ese hecho genera un círculo sin salida o con pocas posibilidades de ser roto. Así lo reconoce el Diputado Hugo Gutiérrez “En t odos los informes de derechos humanos se destaca el problema de hacinamiento en las cárceles chilenas, en cuanto foro que me han invitado en DD.HH. he dicho que aquí hay un problema profundo, permanente y constante en las cárceles chilenas ”, precisó. Además, reitera su posición respecto a que en las cárceles chilenas no se rehabilita a las personas, recalcando que “no hay preocupación del Estado chileno de rehabilitar a los presos”.

Los periodistas, dueños de medios de comunicaciones, políticos y funcionarios del estado pocas veces se preocupan de lo que ocurre al interior de los recintos penales. Quienes se preocupan son las familias de los reos, algunas organizaciones religiosas, de derechos humanos y algunas organizaciones sociales, pero su voz es muy débil y poco escuchada en este concierto de voces que pide tolerancia cero y mano dura.

Algunas autoridades como el Presidente de la Corte de Suprema, Milton Juica ha señalado que la actual situación carcelaria que vive el país obedece a una decisión política de quienes promovían que Chile es un país inseguro y querían, señaló, cárcel para todos. Desde otra posición el Diputado Araya, presidente de la comisión de legislación y justicia señala “ considerando que de que existen pocas cárceles, una complicada situación de hacinamiento y condiciones inhumana en la mayoría de los casos. Nosotros en las gestiones anteriores fuimos muy críticos respecto a esta materia, ya que nunca vimos una estrategia clara y precisa”.

La cárcel se ha convertido en un castigo y en una condena no rehabilitadora así lo narra de forma muy clara una persona privada de libertad en el penal de la ciudad de castro “el Penal es un lugar donde el tiempo se ha detenido y el único propósito es castigar. Se ha detenido porque aquí se vive como el la Edad Media, nos pasan un pedazo de palo para que tallemos y ahí está el hombre tallando todo el día, haciendo palafitos, día, tras día, trabajando con una chaveta, está seis meses trabajando y al final viene un turista que por solidaridad o compasión compra los palafitos a trescientos pesos…. Están también los mueblistas, aquí hay 10, pero no podemos ser todos mueblistas y el resto es dar vueltas todo el día, esto es de otro tiempo, aquí todo está detenido, no es posible salir distinto… nadie nos ayuda ”.

Mientras esto ocurre los Tribunales de justicia y toda la estructura jurídica se ordena para garantizar años de cárcel y mano muy dura a los delitos cometidos en contra de la propiedad y en los que se usa violencia, saben que la condena mediática y política es muy fuerte si no lo hacen de esa forma. Otros delitos en cambio reciben el beneplácito de la duda y la tolerancia. Ahí están los que coluden precios de fármacos indispensables, los que abusan de niños y niñas, los que cierran colegios públicos para convertir la educación en un buen negocio, quienes estafan al estado, y quienes ofrecen malas condiciones de seguridad y económicas a los trabajadores. Los autores de estos delitos ilustrados, que arrojan por cierto millonarias pérdidas y daños irreparables en las vidas de las personas no pasan ni un sólo minuto por las cárceles.

Los 81 muertos en la cárcel del Estado Chileno el 8 de diciembre no clamaban justicia como los muertos de Iquique, sin embargo sus biografías deben estar llenas de vacíos, de espacios donde el Estado, sus familias, la escuela, el trabajo, la comunidad no llegó a tiempo o lo hizo mal.

Los muertos de Iquique de hacer 103 años visualizaron el problema que les afectó y decidieron enfrentarlo con lo único que disponían, sus cuerpos y su trabajo. Esos trabajadores pobres albergaban la esperanza de una solución posible por el lado de la demanda, la organización y la solidaridad de clase. Los hombres empobrecidos de la cárcel de san miguel tuvieron menos esperanza, fueron más castigados por el individualismo, con sus hermanos de clase las confianzas se destruyeron o simplemente no se vieron nunca. Esos hombres fueron pocas veces visto por una sociedad que los condeno y recluyó para mantener la paz social, una paz social que se hizo cenizas junto a los cuerpos desesperados de esos jóvenes que querían escapar y encontraron las barreras y los obstáculos que les puso el Estado de Chile.


Sociedad Erótica por Helio Gallardo

SOBRE UNA SOCIEDAD ERÓTICA DESDE AMÉRICA LATINA

1.- La invitación ha sido para conversar sobre una sociedad erótica. Mi opinión es que no se trata de un tema ‘filosófico’ o sexual, sino político. Y que más que una ‘sociedad’ debemos referirnos a ella como una comunidad erótica. Y que puesto que conversamos de ella como una comunidad, el enfoque tendrá que centrarse algo o mucho sobre qué es lo que en América Latina perturba la producción de comunidades o de comunidad. Para efectos operativos, una ‘sociedad’ se diferencia de una ‘comunidad’ porque en la primera no existe un emprendimiento común ya que los intereses de los sectores sociales involucrados, o asociados, son antagónicos. Así, enriquecerse (propietarios) no es comparable con sobrevivir y malmorir (trabajadores asalariados y desempleados). Se trata de realidades cualitativamente distintas y enfrentadas. Si quiero enriquecerme o acumular, debo poner a otros en situación de sobrevivencia (dependencia). “Yo soy porque tú no eres” sentenciaría el lema. En las comunidades pueden existir intereses diversos, pero no antagónicos. El lema podría ser: “Si tú, indígena, no eres, yo, ladino, tampoco soy”. “Si tú, mujer, no eres, yo, varón, tampoco soy” Lo que hace ‘ser’, como matriz, es formar parte de un emprendimiento común (relacionamientos) en el cual se crece desde autonomías, integraciones y articulaciones. Con estas autonomías/integraciones se vincula lo erótico.

2.- Quiero precisar algunos conceptos elementales sobre los posicionamientos de esta exposición de hoy. En términos básicos, la noción de ‘eros’, ‘erótica’, hace referencia a la atracción sexual y al deseo que ve en el amado/amada, o en lo amado, algo más que sus límites físicos o rasgos biológicos, es un deseo/búsqueda que los trasciende, que tantea en lo oculto, en el misterio, y que también trasciende el mero deseo del amante, eleva ese deseo esto buscado, explorado y también presentido/temido. Desde este punto de vista, lo erótico se acerca a la utopía. A la transgresión y a la utopía.

Lo opuesto a lo erótico, plasmado en las líneas anteriores, es lo pornográfico. En lo pornográfico, la presencia espectacular, nítida, de la señal o el signo, el poderoso pene erecto, la vulva húmeda o chorreante, el sólido culo de la hembra en un primer plano, consume todo el sentido de los procesos (“aquí se trata de coger”) y, desde una postura tradicional, se supone obsceno. Las sociedades actuales son sociedades pornográficas organizadas y expuestas por medio de signos evidentes sin trascendencia, coactivas, limitantes, se podría llamarlas llamarse sociedades hiperempíricas. Pero al mismo tiempo, se exhiben como no obscenas, como ‘naturales, como el fin, en su doble alcance de acabamiento y finalidad, de la historia, como tramas de señales que se agotan en su utilidad inmediata, en su exposición, en su mera utilización. Las cosas no podrían ser de otra manera. En el mismo movimiento, estas tramas se organizan en función de mercancías, poseen propietarios privados y pueden ser transadas en los diversos mercados y sus jerarquías. Entregarse a los signos y señales, es decir a su espectáculo (lo que se ofrece a la vista y atrae sensorialmente transformándose en ese mismo proceso en sensibilidad, o sea en subjetividad) es todo el sentido de la existencia humana. Básicamente no debe ni puede cambiarse.

La sociedad erótica, en cambio, puede sintetizarse en un lema/imagen que debo al artista y luchador social popular boliviano, Iván Nogales Bazán, quien se interesa y trabaja en la descolonización del cuerpo, asunto directamente ligado con una sociedad erótica en las condiciones latinoamericanas. Se refiere a sus hermanos bolivianos. Les propone dejar de ser como piedras y pasar a ser piedras que abrazan; dejar de ser piedras que abrazan y ser abrazos; y que estos abrazos condensen gratificaciones, resistencias y luchas.

La sociedad erótica es, entonces, una comunidad/proyecto habitado por personas que se desean libidinalmente liberadas y construyen/proponen (testimonian) las acciones e instituciones para alcanzar esta finalidad (que no fin en tanto que, como búsqueda, nunca termina). En el sentido propuesto por Bazán Nogales, descolonizar los cuerpos para retornarle al alma su polimorfa capacidad de gratuita creación erótica. Insisto: no se trata de una sociedad, en realidad, sino de una comunidad que apuesta a quererse a sí misma y ofrece ese amor a otros porque es búsqueda personal y comunitaria.

3.- La charla se centrará en algunos de los factores/condiciones que hacen posible y exigen hoy esta sociedad o comunidad erótica cuya matriz es la pornográfica sociedad capitalista con sus variados efectos generalizados de impudicia que quedan impunes. Por razones de tiempo me concentraré en algunos eventos y los trataré indicativamente.

A) La rebelión de jóvenes y trabajadores franceses en mayo del año 68 del siglo pasado.

Esta rebelión fue un alzamiento contra sociedades entera o saturantemente administradas, ya por gerentes capitalistas, ya por burócratas soviéticos. Contra el capitalismo y contra el socialismo históricamente existentes. Una rebelión, por tanto, contra la autoridad que constituye y reproduce esos órdenes, rebelión que logró convocar a los trabajadores afectados por el desempleo y las malas condiciones laborales y que puso en jaque al sistema económico/político francés, pese a que no se propuso objetivos insurreccionales. Nos interesa un aspecto de esta rebelión y de él un detalle no suficiente enfatizado hasta donde este anciano conoce.

Los jóvenes se alzaron contra el orden vigente y su autoridad. Ahora, la primera autoridad que siente/conoce quien va a llegar a ser joven es la autoridad familiar, la autoridad parental. Y bien, la autoridad de los padres, en una familia nuclear usual, pasa por la madre. Es la administradora, o delegada, del dominio patriarcal en el seno de la familia. Es ella quien introduce los valores patriarcales en sus hijas e hijos. En el caso francés, llama la atención que este punto no se explicitara, o no lo hiciera suficientemente, durante la lucha. Los cuestionamientos no se orientaron a los adultos-padres sino contra los adultos-políticos, en un alcance restrictivo de este último término. La familia no aparece como un lugar donde se reproduzcan dominaciones sociales. La autoridad parental no se muestra como un espacio político. Y con ello la autoridad delegada materna queda invisibilizada en su función política. No se denuncia la función reificante de la mamá. Dejemos, de momento, esta cuestión y pasemos a dar un vistazo a algunos de los lemas que se corearon y pintaron durante el alzamiento de jóvenes y estudiantes franceses (hay decenas). Se han elegido aquí cuatro lemas:

i) "Si lo que ven no es extraño, la visión es falsa”. Se denuncia aquí tanto el hiperempirismo (y con ello la razón instrumental) como la subjetividad domesticada o colonizada. Reclama la ‘sorpresa’ ante lo extraño e inquietante y también su castigo, si ofende.

ii) "Camaradas: proscribamos los aplausos, el espectáculo está en todas partes". Lo cuestionado aquí es el carácter totalitario de las sociedades industriales y postindustriales, capitalistas o socialistas, su proscripción de las alternativas que se siguen de la creatividad humana, de la sospecha, del rechazo, del reclamo por lo que no es o no se permite/deja ver porque se busca anular la imaginación.

iii) "La vida está más allá". En realidad está tanto más acá (subjetividad) como más allá (trascendencia). Se propone aquí la importancia de la trascendencia, no en un sentido primariamente religioso, aunque pueda serlo, sino secular. Introduce a una fenomenología de la utopía: lo que da sentido está más allá y más acá. Es lo erótico si nos empeñamos en los procesos que lo constituyen y avisan.

iiii) “Sean realistas: pidan lo imposible”. Este es uno de los lemas con mayor difusión, pero es también uno de los más cuestionables. Las tres propuestas anteriores se referían a la autonomía para decidir búsquedas y producirse como subjetividad capaz de elegir u optar entre las opciones que van produciéndose. No existe más autoridad que la autoproducción y la búsqueda. En este lema, en cambio, se supone una autoridad. ¿A quién se pedirá (exigirá) lo imposible? ¿Al Estado, a la vida, a los padres, al cura? La cuestión se extiende a un corolario político. ‘Lo imposible’ es lo que el sistema prohíbe. En realidad se hace posible cuando se transgrede el sistema. Lo imposible no es idéntico a lo no factible para la experiencia humana. El sistema declara imposible la descolonización. Pero la descolonización es factible, aunque no dentro de The Matrix. Para nuestros efectos, en una sociedad hiperempírica y pornográfica lo erótico como búsqueda/producción subjetiva de sentidos sensuales y trascendentes, es imposible, excepto bajo su adocenamiento cosmético (lingerie), pero el mensaje que sostiene a esta vestimenta vistosa es el mismo: “No interesa el ropaje. Vamos a coger”.

El lema nos pone de frente ante la ambigüedad e indecisión de la revuelta de los estudiantes y jóvenes. No se cuestiona a la familia ni a la administración materna de ella, menos a su figura, y, en uno de los lemas más socializados, reaparece la autoridad. Lo erótico no reconoce la autoridad ni pretende reinventarla. Tampoco es anárquica porque produce un sentido o sentidos, pero es comunicable. Además, supone relaciones (emprendimientos comunes). Tal vez un diagnóstico. Lo erótico no puede aparecer si no se cuestiona radicalmente lo masculino y lo femenino establecidos. En este caso, la forma de madre ‘natural’ bajo la cual subyace una expresión privilegiada de la ‘naturaleza’ de las mujeres.

Sinteticemos: la rebelión era contra la autoridad social, pero ¿dónde comienza para los jóvenes esta autoridad? En la familia y en la escuela. Era por ello una rebelión contra los padres y en particular contra la figura de la mamá. La mujer que administra la autoridad patriarcal y la inocula en sus hijos, varones y mujeres. Pero esta crítica parental no se hace y la autoridad retorna bajo la forma antierótica del “permiso”. Se va a exigir (o sea a pedir permiso) al Estado… para reclamar lo imposible. Vemos que cuando la rebelión no es radical tampoco puede ser erótica, aunque pida hacer el amor y no la guerra. De alguna manera, la rebelión se torna pueril.

B) Las luchas de mujeres en situación revolucionaria

En el inicio de la misma década de la explosión de los jóvenes y estudiantes contra la autoridad y el totalitarismo hiperempírico que se les imponía prohibiéndoles transgredir y soñar, se da un hecho revolucionario que afecta a la tradicional identificación espontánea entre “ser mujer” y “ser mamá” y alcanza con ello a la institución del matrimonio y a la crianza de hijos (central en la doctrina católica sobre sexualidad). En 1960 se aprueba en EUA la comercialización de las píldoras anticonceptivas con una efectividad media superior al 99%. Por primera vez en la historia de los seres humanos las relaciones sexuales genitales no conducen necesariamente al embarazo de las mujeres. Tener hijos se torna opcional. Y el vínculo corporal entre seres humanos y entre ellos y el mundo se abre a lo erótico.

Además del señalado, la incidencia de estos anticonceptivos tiene o puede tener efectos conceptuales y sociales inmensos: 1) resulta universalmente posible diversificar la actividad genital orientándola hacia dos grandes campos: la producción de bebés, y la autointegración personal con otros y hacia otros sin bebés. La relación de pareja se abre a lo erótico. Que quiere decir a la integración del sí mismo y a la búsqueda comunitaria de producción de sentido. El mundo organizado pornográficamente, centrado en la utilización del ‘otro’ se tambalea. 2) Un segundo ámbito resulta de la expansión misma de la sexualidad. Como en la especie humana la mujer es genital/orgásmicamente el ‘sexo fuerte’, su liberación de la maternidad forzosa expande la libido a todo el cuerpo y, desde él a las relaciones sociales ya inscritas en el cuerpo. La sexualidad expandida transforma a papás y mamás de ‘instrumentos genitales’ centrados en servicios de crianza en búsquedas y encuentros cordiales, que no excluyen los juegos genitales, en la posibilidad de un trato amable en el trabajo (no es idéntico al empleo asalariado) y hacia la Naturaleza. Tiembla el capitalismo que destruye al ser humano y a la Naturaleza. 3) La liberación del cuerpo femenino (y con ello el de los machos) contribuye y facilita avanzar en el reconocimiento de la naturalidad de opciones sexuales no heterosexuales y en su legitimación jurídica y cultural. Se fractura uno de los bastiones de las lógicas discriminatorias sobre los ‘otros’. Podrían desaparecer los ‘closets’ sexuales o étnicos, por citar dos. 4) Si nos trasladamos a América Latina, por primera vez se torna factible que no exista ningún recién nacido no deseado.

Por supuesto hablo de posibilidades conceptuales e imaginables, no de realidades establecidas. En Costa Rica, en el año 2010, la mayor parte de niños nace de madres solteras, es decir que no tienen una relación estable de pareja o que la han tenido y han sido abandonadas por su embarazo, y es presumible que un buen número de niños no haya sido deseado. Y la homosexualidad masculina y femenina sigue siendo considerada una ‘aberración’ por la doctrina católica o una ‘enfermedad curable’ para sectores significativos de la población. Pero aquí no hablamos de lo que efectivamente ocurre, medio siglo después de la revolución de los anticonceptivos, sino de lo que esa revolución posibilitó. Que sus posibilidades no se materialicen tiene que ver con ignorancias social y culturalmente producidas, con dogmas clericales (en el caso latinoamericano) y sobre todo con que un retorno/expansión de la libido (encuentro y creación creativas de goce y felicidad) y de lo erótico resulta incompatible con la organización capitalista de la existencia. Pero las posibilidades están ahí y se han acentuado.

Resolvamos esto a golpe de tambor: The Matrix reaccionó contra los jóvenes y estudiantes haciéndolos parte del mercado o, mejor, de mercados desagregados. Y reaccionó contra la liberación de las mujeres (y de los varones) acentuando la genitalidad de la libido, es decir tornando universal la pornografía y sus señales, su mercadotecnia, y vaciando el espíritu de las gentes de modo que decir “amo a una hamburguesa” o “amo a mi revólver” resulte idéntico a decir “me amo a mí mismo”. Nunca el mundo de la existencia cotidiana se tornó más violento que cuando la aparición de una revolución liberadora y creativa de las subjetividades se hizo posible. Se anunció. The Matrix la invisibilizó. Y concedió, para confundir, a la mujer ciertas ‘igualdades’ jurídicas. Es decir, hacerse institucionalmente como los ‘machos’.

4.- Centrémonos, dando un salto, en dos aspectos pertinentes para América Latina, aspectos que remiten a su específica manera de ser pornográfica, es decir antierótica, y, al mismo tiempo, no solo quedar impune por su violencia social y cultural sino proclamarse éticamente digna de aplauso y venerable. Por supuesto, hablo en términos básicos y solo sobre las lógicas dominantes, no sobre las resistencias que ellas generan.

I.- La crítica generacional (porque deberían ocuparse de ella no solo los jóvenes, sino también los ancianos y, si es posible, los niños) de la familia. Hemos señalado que se mueve contra el patriarcado y contra la jefatura materna, es decir contra la mamá en cuanto sujeto ‘falso’ que se encarga de administrar la dominación machista. Este micro universo de la familia condensa y reproduce en su nivel el ‘orden’ discriminatorio del conjunto de la sociedad. El patriarcalismo, con su grosera reducción de la sexualidad, se vincula de ésta y otras maneras con el mercado capitalista y con el Estado en sus funciones políticas y culturales (dotar de identificaciones).

Este conjunto de instituciones, lógicas y tramas de dominación que se mueven contra una comunidad erótica podemos representarlo con el católico culto mariano. El catolicismo constituye el aparato clerical más poderoso en las sociedades latinoamericanas, de modo que la elección no tiene nada de arbitraria. Y el culto a María es una de las piezas centrales para la movilización no solo de sus feligreses sino de otros sectores sociales. Puede decirse que el culto a la Virgen María (la madre virgen, la representante ante Cristo Jesús del dolor humano y la acompañante/consuelo en las miserias de este “valle de lágrimas”, en ese orden) impacta con éxito indiscutible a muchos latinoamericanos. Incluso ‘nuestros’ militares van a masacrar a los humildes del campo y la ciudad bajo las ‘seguridades’ que entrega la Virgen. Ahora, la jerárquica imaginería católica ve en esta virgen el epítome de la libertad humana. Si fuera así, según nuestro discurso, sería una figura erótica. Pero no se preocupen, se trata de la libertad enmarcada en ‘la’ fe, o sea en una fe ‘religiosa’. En el caso del aparato clerical católico esta fe demanda una absoluta sujeción al Dios que la jerarquía vaticana administra aquí en la tierra. Lo erótico se afirma, en cambio, en una fe antropológica, aunque admite también fe religiosa, que no es lo mismo que la adscripción a un aparato clerical.

Detalles aparte, el foco central, para la jerarquía católica, del culto mariano se pone de manifiesto al final de la encíclica Fides et ratio (1998) de Juan Pablo II. En ella, hablando de cómo la filosofía debe servir a la teología en su tarea de comprensión de la fe, se dice que la Virgen, llamada a ofrecer toda su humanidad y femineidad para que naciera Jesús, no perdió “nada de su verdadera humanidad y libertad” (# 108). En realidad el texto bíblico apunta hacia otra cosa. Enterada por un ángel o arcángel, que la visita en su casa, de que tendrá un hijo por decisión de Dios, María replica: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según su palabra” (Lucas, 1, 38). María no tiene ninguna duda, cree ver un ángel (varón) porque éste se le presenta como tal y dice serlo. Su fe de mujer en Jehová y el dominio patriarcal judío, cuestiones muy vinculadas, fetichizan la percepción que María tiene del mundo. Su subjetividad domesticada o colonizada la ubica en un fetichizado (y fantástico) mundo hiperempírico generado desde el doble imperio de Jehová y los machos. La fe en Jehová y el señorío del macho la conducen, sin violencia visible, a aceptar como necesaria e indisputable la identidad del macho ángel y un mensaje que no es ni saludo ni una petición, sino una orden. Algo que una María fetichizada/sujecionada no puede rechazar. Por eso el “He aquí tu esclava”. María no tiene capacidad (y ella cree que tampoco necesidad) para producir posibilidades, abrir búsquedas o alegrarse desde sí misma porque la clerical sociedad judía no le ha permitido nunca (le ha prohibido) ser sí misma. Es solo una hembra y las hembras obedecen a los machos y al mundo objeto-subjetivo que ellos producen/dibujan. Si el macho es angelical, doble imperio. Por supuesto, el tal ángel pudo ser un truco de Satán. Pero María “ve” y “siente” un ángel. Desde el nicho que su sociedad le ha producido (mujer-niña, dependiente, ‘cosa’) no tiene otra posibilidad.

Hemos señalado, anteriormente, que lo erótico se vincula no con la sumisión sino con la capacidad de producir opciones y disfrutar sensualmente de ellas. Es una manera de descubrirse, de rechazar lo que se presenta como necesario e ineludible e imaginar y llevar a cabo lo imposible, o sea lo prohibido.

Como se advierte, la compleja fetichización de María es lo contrario del ejercicio de la libertad humana y con ello su culto se ubica en un universo paralelo al que puede generar el erotismo.

Ahora, en América Latina el aparato clerical católico nos pide a todos ser como María. De hecho, desde su perspectiva, somos sus hijos. Nuestras sujeciones bobas, al clero, al patrón, a los ejércitos, a los tecnócratas, nuestras mansedumbres exigidas, ‘nuestros’ roles… los traeríamos en los genes como descendientes que somos de La Madre, o sea de María. Y cuando nos rebelamos, el correlato de esta sujeción familiar: la ira de Dios/macho o de los padres o de los profesores o del cura o de los ejércitos o del mercado: las masacres efectivas o simbólicas. El círculo se cierra cuando las masacres son aplaudidas (lo obsceno brutal toma el lugar gratificador de lo erótico) y quedan, en tanto crímenes, impunes. Como se ve, casi nada implica el culto mariano con el cual los seres humanos, según Juan Pablo II, ‘no pierden nada de su verdadera humanidad y libertad’.

No diré aquí una palabra sobre cómo el culto mariano incide en la pobrísima y descabellada, aunque odiosa, doctrina católica sobre la sexualidad humana. Solo recordaré que ella liga sexualidad genital (la única que acepta y promueve) con culpa y pecado y la destina fijamente a algo que hoy debería estar superado: la maternidad femenina en el matrimonio y la crianza parental de los hijos. Fuera de estas tareas acometidas con tutela clerical, no hay libido que valga. Toda otra expresión libidinal, toda otra alegría y gratificación, conduce a la idolatría y al infierno (antes de que lo suprimieran). A lo que se teme en esta doctrina, en verdad, es a la gratificación (que es transgresora) y a la felicidad que cualquier ser humano puede alcanzar por medio de la libido genital o no genital. La jerarquía católica estima que asociar la experiencia humana de una forma no mística con la gratificación, la integración personal y la felicidad puede transformarse en un factor de discernimiento, rebelión organizada y utopía seculares. Lleva razón. Por ello en América Latina, y en todas partes, le asigna más valor al “valle de lágrimas” y a la política resignación que acepta el dolor y la desgracia recurrentes sin chistar: “Patrones y mundo que nos hace sufrir: he aquí tus esclavos”.

Con el catolicismo, llevamos la esclavitud en el corazón. No es raro que seamos tan infelices y reductivamente genitales y que lo erótico y el deleite se lo dejemos a extravagantes ilustrados exquisitos o, demencialmente, al porno. Desde la infelicidad y la esclavitud llamamos a estos ‘exquisitos’ “amanerados”, “gourmet”, “mariposones” o dando un giro brusco “esclavos de sus apetencias”. Lo erótico resulta de esta manera algo propio de minorías extrañas, de adictos afeminados cuando se trata, en realidad de un rasgo y de una búsqueda/tensión universales en la especie. El asunto es sobrerrepresivo (la inexistencia de comunidades eróticas y las instituciones y lógicas que la bloquean) porque hoy es enteramente innecesario asumirse como un mero/mera copulador y reproductor, que es una de las maneras de contribuir en la producción y reproducción de un mundo brutal, inseguro e infeliz al que hemos determinado como pornográfico e impune.

II.- La segunda referencia es respecto a la liberación femenina que hemos centrado en las luchas de mujeres con teoría de género y que se afirman en la revolución libidinal que acarrea la puesta en circulación de preservativos de altísima eficacia. El punto que interesa aquí es el de la autotransferencia de poder y la creación de espacios de liberación a los que podemos calificar como ámbitos de poder local.

La secuencia es la siguiente: las mujeres bajo dominio patriarcal aceptan o resienten las identificaciones inerciales que les provee el sistema. Los anticonceptivos que les permiten, si así lo desean, no quedar nunca embarazadas les abren la posibilidad, si luchan, de autotransferirse capacidades que exceden lo biológico/genital y que se centran en su integración desde sí mismas y en su potencial de exploración erótica: se trata de una liberación de la mecánica y química de los cuerpos (personales y sociales) que contiene la revitalización de las almas (subjetividades) y con ello de sus procesos/facultades de relacionamiento: al crearse como un nuevo tipo de personas libidinales, las mujeres redimensionan las relaciones de pareja y los vínculos de todos con el mundo de las mercancías y con la Naturaleza. La comunidad erótica se abre paso, intersticial o mediante supercarreteras, desde la capacidad enteramente nueva de las mujeres con teoría de género para producir desde sí mismas identidades efectivas (autoestima, gratificación) que desplazan las identificaciones inerciales que les ha dado el sistema de constitución y reproducción de imperios.

La cuestión no se agota aquí. Una revolución tan radical del comportamiento libidinal (aunque todo el sistema se movilice en su contra), debería irradiar a otros espacios, especialmente en las sociedades latinoamericanas desagregadas y desmovilizadas por las tramas de dominaciones señorial-oligárquica, clerical y tecnocrática. Dejo en paz la dependencia geopolítica y cultural que también forma parte de esta trama ‘interna’. Con una figura, se trata de los vínculos unilaterales entre señor/vasallo, señor/chusma, cura/laico fiel, militar/civil, aparato clerical de masas, expertos/vulgo ignaro. En el límite, las personalizaciones de los “desechables” (Colombia) y de las no-personas resueltas como tales por los poderes reinantes (travestis, por ejemplo, o narco-terroristas). Sociohistóricamente remite a las discriminaciones racistas, étnicas, sociales, políticas y su culminación en masacres. Conceptualmente, a la cuestión del ‘otro’ discriminado, acusado, ‘salvado’ o ‘sanado’. La revolución libidinal, o la comunidad erótica, carece de ‘otros’: todos somos reconocibles en nuestra experiencia humana, todos somos acompañables y todos estamos invitados al banquete y queremos llegar a él. Y en el banquete, todos los sitios, en su diversidad, admiten a la Naturaleza. Es la cuestión del Otro y de Lo Otro. Discriminar, bajo cualesquiera de sus formas, se torna obsceno.

Si se lo quiere más preciso y literario, una sexualidad liberada desde las mujeres abre otro mundo para el homosexual y para el anciano, por citar dos referencias directas de experiencias humanas diversas pero libidinalmente legítimas. Ya no tienen que avergonzarse ni ser avergonzados por sus amores o desamores. Ni por sus existentes o inexistentes erecciones o por la falta de lubricación. Igual pueden amar con todo su cuerpo/alma, literalmente hasta la muerte y más allá, porque todos y cada uno dejarán gratificante herencia. Se trata de un mundo con responsabilidades pero sin culpa. Por supuesto, nada de esto ocurre hoy.

Podemos resumir: la rebelión de los jóvenes y estudiantes en la década de los sesenta se orienta contra la autoridad aunque es omisa respecto de la autoridad de la madre en el seno de la familia. Pero esta mamá es liberada de su papel de administradora de la dominación patriarcal por el impacto de los anticonceptivos de altísima eficacia. La figura de la madre, por primera vez, pasa a ser una opción y por tanto una responsabilidad político-cultural, que no puede seguirse de ninguna ‘naturaleza’. Con mujeres que pueden optar y autoproducir sus cuerpos/almas, el culto de María, en tanto mujer-esclava, deviene grotesco. Concebir a Jesús, o a cualquier hijo, es una opción, no una obligación. De hecho en las sociedades modernas incluso “salvarse” es una opción. Uno puede elegir condenarse porque ir al Infierno (con independencia de su abolición) no configura delito. La liberación femenina desencadena la posibilidad y necesidad de otras transferencias de poder (campesinos, pobres de la ciudad y del campo, por ejemplo), donde lo que se transfiere cambia su carácter. No se trata de dominar o explotar o discriminar o violentar, sino de reconocer y acompañar la universalidad de la experiencia humana legítima en cuanto expresa autoestima: quererse uno para ofrecerse a otros y crecer con ellos y para uno mismo.

Si maternidad y Cielo no son ya obligatorios, América Latina, sus gentes, sus pueblos, puede aspirar a autoproducirse política y culturalmente desde sus raíces, que son básicas y también particularizadas, como otra cosa. A esta ‘otra cosa’ la llamamos hoy aquí “sociedad erótica”. Se trata de un proceso en el cual se construye comunidades de no discriminación entre cuerpos/sensibles que se vinculan con amor desde esfuerzos de integración personales y para articular emprendimientos colectivos abiertos que se plasman en una existencia cotidiana de reconocimiento y servicios no mercantiles y gratificantes entre diversos.

Pueden comparar esta esquemática descripción con lo que ocurre en estos días con el conflicto entre Costa Rica y Nicaragua: odios, desagregaciones internas, cuerpos crispados, escupitajos, sarcasmos, desprecios mutuos, jingoísmo, piedras ‘con patria’…y, especialmente, ausencia de iniciativas que beneficiando a sus poblaciones las eroticen.

Libidinal y materialmente hoy es factible emprender política y culturalmente un camino que conduzca a otra realidad. Sin duda se trata de un camino arduo y complejo. Pero nadie ha dicho que autoproducirse como ser humano sea algo fácil y simple. Menos aún desde América Latina. Muchas gracias.

Cuando la cruz obliga: campaña del Ministerio de Salud sobre VIH/SIDA

1. Ojo por ojo, violencia por violencia

El Bicentenario de Chile se vive no sólo con un cambio de gobierno, sino también con el destape de los valores más conservadores de la sociedad, en tensión con los discursos más modernos o "progresistas". Eso, al menos respecto a las campañas oficiales sobre temas que involucran a la familia tradicional patriarcal (aquella heterosexual donde el hombre jefe de familia controla al resto de la familia pudiendo éstos/as vagamente cuestionar su autoridad), bastión sagrado que gravita sobre el resto de las preocupaciones.

Ya opinó la sociedad civil sobre la campaña del Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM) respecto a la violencia contra la mujer en contextos de pareja en diversos medios (radios, diario, coloquios, columnas de opinión, etc.).

El nuevo estilo de gobernar, el de gestiones discrecionales, parece no considerar el trabajo que por decenios vienen haciendo distintas organizaciones sociales sobre los temas que comentamos. En este caso, debemos reparar en la campaña del Ministerio de Salud (MINSAL) sobre el VIH, que se puede revisar en: http://www.quientienesida.cl/

2. El bien común a partir de una elite social

Los videos de la campaña en cuestión son livianos, ligeros, casi escolares. Por esa sencillez es que preocupan más. La sutileza de su violencia (simbólica) es alarmante. Es mucho más fácil que la mayoría de las personas que vean la publicidad se identifiquen con los valores conservadores respecto al sexo, el placer, la sexualidad, los homosexuales, el VIH, las mujeres, etc., incluidos en ella, que como dijimos se discuten en el predio, al parecer, de la familia tradicional patriarcal.

3. Cuadro a cuadro sobre la campaña

Comentaremos algunos de los puntos más llamativos de los spot de la campaña.

- Una cosa es ser conservador, otra ignorante. El objetivo primordial de toda campaña pública es informar, y esta campaña no lo está logrando. No es lo mismo tener VIH que SIDA. El primero, es el virus al que podemos exponernos en determinadas situaciones (encuentros sexuales orales o penetrativos no protegidos, transfusiones de sangre o uso de jeringas y transmisión durante el embarazo al feto). El SIDA es una enfermedad que puede desarrollarse a partir de ser portador del VIH, pero no necesariamente. Por ello, hay quienes pueden vivir toda su vida y no tener SIDA. No es lo mismo, y esto es fundamental si se quiere informar.
- Morir no es divertido, es más fácil ser acrítico. Para nuestra cultura, y otras, morir no es motivo de diversión. No se tiró challa al morir el suegro del presidente Piñera ni con los 81 de la cárcel de San Miguel. Morir de viejo/a tampoco es chistoso. Entonces, ¿por qué hacer ese gesto en una campaña sobre VIH/SIDA? ¡¿Qué tiene esto que ver con informar sobre el tema?! Parece existir un tabú de la derecha con palabras (e ideas) específicas: homosexuales, divorcio, convivir, aborto [*Nota 1] y VIH/SIDA. Es más fácil poner globos y tirar challa. Es menos crítico (o reflexivo).
- Placer ¿culpable? Una de las tendencias conservadoras hacia la sexualidad es reprimirla. Lo esperable es ser monogámico, heterosexual, siempre dentro de la familia tradicional patriarcal. Mantenerse en esos límites sería lo más seguro para evitar "promiscuidades" como las que exponen al VIH. Sin embargo, estudios demuestran que mujeres en parejas de ese perfil contraen VIH/SIDA. Por ejemplo, en Perú se estima que el 70% de las mujeres contagiadas de VIH lo fueron por sus únicas parejas sexuales, lo que nos debe hacer pensar en las dimensiones de género que este tema contiene. ¿Debemos entonces celebrar el hecho de morir junto a la misma persona luego de 50 años de relación, como método para informar la prevención del VIH/SIDA? Claramente no. Esta campaña reafirma una visión moralista de la sexualidad, condenando lo que queda fuera del sexo para la reproducción (o sea, el placer por placer) y de las relaciones heterosexuales monogámicas. En este contexto no extrañan medidas restrictivas y discriminadoras, como la idea de hacer exámenes obligatorios a toda la población periódicamente (hoy prohibido por ley) [**Nota 2].
- Enfermedades invisibles. ¿Qué sentido tiene decir en un spot que el VIH (¿o SIDA?, en la campaña no queda claro) es una enfermedad invisible? Son invisibles la diabetes, el cáncer, la gonorrea, la sífilis... y bueno, la tontera también. Una campaña, especialmente en temas graves como la pandemia en cuestión, no debiera recurrir al miedo al otro/a, sino centrarse en los derechos y deberes que las personas, la sociedad civil y el Estado tienen al respecto. Por lo demás, en el video aparece una imagen estereotipada de mujer deseable y atractiva, sumando violencia de género a su contenido.

4. Informémonos

El Estado chileno, mediante los Objetivos del Milenio de la ONU, se ha comprometido, entre otros temas trascendentes para el desarrollo equitativo, a combatir el VIH/SIDA, tal que para el año 2015 se debiera haber frenado el aumento de contagio y comenzar la reducción de su propagación.

¿Qué sabemos? El grupo de los/as jóvenes entre 15 y 24 años es el que más fuertemente ha experimentado el contagio de VIH en la población mundial, y en Chile también. En nuestro país son las mujeres las que han tenido una sostenida alza en las notificaciones de VIH y SIDA entre 1985 y 2009. A eso se suman estudios recientes que refuerzan la relación que hay entre violencia de género y contagio de VIH. Esto revela la complejidad del tema. Por ejemplo, el uso del condón está cruzado por el género y los niveles de ingresos económicos, no tanto por la facilidad o no para comprar preservativos sino por los usos, valoraciones y hábitos diferenciados por la clase y el género. Tanto la ONU como organizaciones sociales advierten sobre la necesidad de educar y empoderar a las mujeres, especialmente jóvenes, respecto a las decisiones y negociaciones que éstas realizan al interior de su pareja en el plano sexual, como medio de evitar el contagio. ¿Qué hay de esto en la campaña?

Es bueno hablar sin tabúes sobre este tema. En Chile, entre los años 2000 y 2009 hubo un aumento del 24% en el contagio de SIDA en la población heterosexual y sólo de un 2% en la homosexual. Entre los años 1990 y 2009, en las mujeres, el 79,6% de los casos de SIDA es por contagio de relaciones heterosexuales y un 84,6% de casos de VIH es por el mismo tipo de relaciones. Los hombres heterosexuales son los que han experimentado un sostenido aumento de casos de VIH y SIDA en el mismo periodo.

La tasa de mortalidad por SIDA ha tenido un descenso desde el año 2001 en adelante. Sin embargo, la misma tasa en las mujeres en el periodo 2002-2009 se ha mantenido más bien estable.

5. ¿Una campaña de verdad?

Las investigaciones y manuales especializados (ONU) indica que se debe realizar campañas de educación pública contra el estigma y la discriminación, promoviendo la equidad de género, siempre consultando a la sociedad civil (organizaciones comunitarias, portadores de VIH/SIDA, Iglesias, grupos de mujeres, privados, etc.); ambas características no reflejadas en la campaña.

La comunidad internacional ha acentuado que los/as jóvenes son el grupo donde se debe enfocar las campañas, pues representan mayor riesgo de contagio de VIH. A éstos se les debe involucrar para que combatan activamente el virus pandémico, alejados/as de la discriminación y de los mitos.

Para eso se requiere de educación sexual y de derechos humanos en los colegios, que incluya el VIH/SIDA, explotando el uso de medios audiovisuales, musicales, escritos, etc. Que se hable y eduque en sexualidad(es) como tal, como proceso de formación de identidades individuales y grupales; que se hable de responsabilidad social, de cuidados, de salud, de redes de apoyo. La educación chilena tiene una enorme deuda en este ámbito, en la cual los medios de comunicación masivos pueden cooperar (por ejemplo, con constantes publicidades mejor elaboradas, incluyendo el tema en series juveniles de televisión, etc.), pero nunca reemplazando la experiencia de la educación continua y con los grupos de pares en colegios desde una temprana edad. Menos mediante cruces, miedos y la moral de unos pocos.

La campaña en comento, ¿cumple las recomendaciones expertas internacionales? ¿Informa a la población? ¿Involucra a jóvenes? Y si lo hace, ¿con qué mensaje es?, ¿qué se busca aprendan? Con eufemismos, discriminaciones, desinformación, ignorancia, ambigüedades, no se logra lo que está en cuestión: un desafío de la sociedad completa por combatir una pandemia mundial, pero que toca valores muy resguardados por ciertos grupos, como la sexualidad y la familia que ya hemos referido.

La campaña en comento, ¿cumple las recomendaciones expertas internacionales? ¿Informa a la población? ¿Involucra a jóvenes? Y si lo hace, ¿con qué mensaje es?, ¿qué se busca aprendan? Con eufemismos, discriminaciones, desinformación, ignorancia, ambigüedades, no se logra lo que está en cuestión: un desafío de la sociedad completa por combatir una pandemia mundial, pero que toca valores muy resguardados por ciertos grupos, como la sexualidad y la familia que ya hemos referido.


Núcleo de Investigación en Género y Sociedad Julieta Kirkwood
Departamento de Sociología - FACSO
Universidad de Chile


*Nota 1: La actual directora de la JUNJI, Ximena Ossandón, declaró recientemente que el aborto, como la guerra, es la "maldad personificada", cuando explicaba en qué hechos ella veía la existencia del demonio en nuestra sociedad. Ver en: http://www.cooperativa.cl/directora-de-la-junji--karadima-es-un-procer-de-la-iglesia-tentado-por-el-demonio/prontus_nots/2010-12-14/173014.html
**Nota 2: Ver declaraciones del Ministro de Salud, Jaime Mañalich, en http://www.acciongay.cl/?p=2344 o en http://www.lanacion.cl/manalich-prevencion-del-sida-debe-ser-constante/noticias/2010-12-13/233536.html

Bibliografía consultada:

MINSAL (s/f): Informe de situación epidemiológica de VIH/SIDA. Santiago de Chile: Ministerio de Salud, Gobierno de Chile [en línea] http://epi.minsal.cl/epi/html/bolets/reportes/VIH-SIDA/Pais_84-09VihSida.pdf

OHCHR and UNAIDS (2007): Handbook on HIV and Human Rights for National Human Rights Institutions. Ginebra: Office of the United Nations High Commissioner for Human Rights and the Joint United Nations Programme on HIV/AIDS

ONU (2010): Objetivos del desarrollo del Milenio. Informe 2010. Nueva York: Naciones Unidas [en línea] http://www.un.org/es/comun/docs/?path=/spanish/millenniumgoals/pdf/MDG_Report_2010_SP.pdf

UNAIDS (2010): Young People Most at Risk of HIV. Research Triangle Park, NC: Family Health International, The United Nations Joint Programme on HIV/AIDS [en línea] http://data.unaids.org/pub/BaseDocument/2010/2010_ypmar_en.pdf

Vidal, Francisco (2004): “Los desafíos del VIH/SIDA: ciencias sociales y sociedad civil”, en Olavarría, J. y Márquez, A. (eds.): Varones: Entre lo Público y la Intimidad, p.153-158. Santiago de Chile: FLACSO-Chile, PNUD, Red de Masculinidades.


Páginas web consultadas:


· http://www.quientienesida.cl

· http://www.vivopositivo.cl

· http://www.acciongay.cl

· http://www.observatoriogeneroyliderazgo.cl

· http://www.nomasviolenciacontramujeres.cl/




--
Núcleo de Investigación en Género y Sociedad "Julieta Kirkwood"
Departamento de Sociología